Por marketing (@tecnoabogado)
10/04/2025

Las redes sociales se han convertido en una parte fundamental de nuestras vidas. Compartimos lo que hacemos, dónde estamos, y hasta lo que sentimos. Pero, ¿qué ocurre cuando lo que mostramos en redes contradice lo que declaramos oficialmente? Este artículo explora un caso real que pone en evidencia cómo una simple actividad en Instagram puede llevarte a un despido por fraude a la Seguridad Social.
Encarnación y su baja médica
Encarnación es una administrativa que, tras ser diagnosticada con un cuadro depresivo, inicia una baja médica. Durante este tiempo, lejos de limitar sus actividades, Encarnación aprovecha su tiempo libre para promover productos de belleza y nutrición en Instagram. Publica fotos en la playa, historias sobre cómo trabaja desde cualquier lugar con su móvil, y anima a sus seguidores a unirse a su equipo.
Sin embargo, estas actividades, aunque aparentemente inofensivas, levantan sospechas. La empresa considera que su comportamiento es incompatible con su baja médica, y decide actuar.
La línea entre lo personal y lo profesional
Publicar en redes sociales durante una baja médica no es en sí mismo un delito. De hecho, las actividades recreativas pueden ser parte del proceso de recuperación, especialmente en casos de salud mental. No obstante, la clave está en qué tipo de actividad se realiza y cómo se presenta en público.
En el caso de Encarnación, sus publicaciones no eran meramente recreativas. Promocionaba productos, actuaba como coach nutricional, y mostraba una vitalidad que no se correspondía con su diagnóstico de depresión. Para la empresa, esto fue un claro indicio de que Encarnación estaba en condiciones de trabajar.
El despido disciplinario y el fallo del tribunal
La empresa decide despedir a Encarnación de manera disciplinaria, alegando que su baja médica es fraudulenta. El caso llega al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que, tras analizar las pruebas, concluye que el despido es procedente.
El tribunal considera que las actividades de Encarnación en redes sociales demostraban que tenía la capacidad de trabajar. No cumplía con los requisitos legales para estar de baja médica, lo que constituyó un fraude tanto a la empresa como a la Seguridad Social.
Este caso nos enseña que nuestras actividades en redes sociales pueden tener consecuencias legales mucho más allá de lo que imaginamos. No se trata solo de lo que publicamos, sino de cómo esto puede ser interpretado por otros, especialmente cuando hay intereses laborales de por medio.
Si estás de baja médica, es importante recordar que cualquier actividad pública que realices puede ser examinada y utilizada como prueba en tu contra. El «postureo» en redes sociales, aunque aparentemente inocente, puede tener repercusiones graves si se considera que estás actuando de manera fraudulenta.
Para evitar problemas, es crucial que durante una baja médica, especialmente por motivos de salud mental, las actividades que realices sean coherentes con tu estado y diagnóstico. Y, por supuesto, si tienes dudas sobre lo que puedes o no hacer durante una baja, lo mejor es consultar con un especialista en derecho laboral.
«El éxito no es el final, el fracaso no es fatal: es el coraje de continuar lo que cuenta.» – Winston Churchill
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